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lunes, 27 de febrero de 2012

La historia de Mark Inglis


La historia de Mark Inglis es la historia de un hombre que siempre ha perseguido su sueño a pesar de las dificultades que se ha encontrado por el camino. Y, en su caso, han sido muy grandes. La vida de este alpinista neozelandés quedó marcada para siempre en 1982. Desde 1979, Inglis era miembro del equipo de rescate del Parque Natural de Monte Cook, uno de los principales centros de montañismo del Hemisferio Sur y, por supuesto, el más alto y famoso de todo Nueva Zelanda. En noviembre del año 82, en medio de una operación de rescate, Inglis y su compañero, Philip Doole, se vieron sorprendidos por una tremenda tormenta de nieve y quedaron atrapados en una cueva de hielo. Su rescate duró catorce días y se convirtió en un evento de máxima audiencia en la televisión local. Las dos semanas que ambos montañistas se pasaron atrapados en el hielo les dejaron varias secuelas. La más importante fue la congelación de sus piernas, lo que obligó al equipo médico que los atendió a tener que amputar a Inglis ambas extremidades desde la rodilla hacia abajo.

A pesar de todo, el neozelandés no se dejó arrastrar por la tragedia y en los años venideros se dedicó a enseñar al mundo un amplio abanico de habilidades que poseía. Se hizo guía de esquí y montañero sin piernas. Se graduó con matrícula de honor comoBioquímico y se dedicó a investigar vías para identificar la leucemia. Después, dedicó su vida al mundo de los vinos y trabajó en la bodega más grande de su país, los Vinos Montana. Tras diez años en los que consiguió que Montana elaborará vinos que fueron aclamados internacionalmente, Inglis dio un nuevo giro a su vida. Adaptó una bicicleta con sus particulares necesidades y comenzó a rodar con pasión y empeño. Su aventura culminó con una medalla de plata en los Juegos Paralímpicos de Sydney 2000. Desde entonces, las montañas han vuelto a centrar en exclusiva su vida.

En 2002 recibió un gran empujón a su carrera como escalador cuando le entregaron sus dos nuevas piernas artificiales hechas de fibras de carbono y diseñadas especialmente para él. Con ellas, hizo cima en el Monte Cook en el 2002, lo que le valió recibir la Orden de Mérito de Nueva Zelanda por sus servicios a las personas discapacitadas. Como dice él: "No tienen falta de habilidad, sino que tienen una oportunidad diferente a las demás personas". En 2004 se convirtió en la primera persona con ambas piernas amputadas que coronaba un ocho mil. En concreto, Inglis ascendió a lo más alto del Cho Oyu, de 8.201 metros y la sexta montaña más alta del mundo.

En vista de los éxitos conseguidos con "sus" nuevas piernas de fibras de carbono, Inglis decidió afrontar su verdadero sueño. Coronar la montaña más alta del mundo, elEverest. Por supuesto no fue una aventura fácil. Mientras se aclimataba a la altura, en un campamento a unos 6.500 metros, se le rompió una de sus piernas por la mitad en un pequeño accidente. Lejos de desanimarse, bajó a un campamento mayor donde le ayudaron a repararla con material muy simple. Al final, después de 40 días de sufirmiento, el 15 de mayo de 2006, Inglis coronaba la cima del Everest, desde donde llamó a su mujer y sus tres hijos. Un bonito detalle.

3 comentarios:

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  2. Precioso artículo, este hombre tan heroico que hizo omisión de socorro al alpinista David Sharp el cual falleció sin recibir Ayuda por parte de este héroe... Pura hipocresía elogiar a un hombre para el cual tuvo más valor llegar a la cima que salvar la vida a un ser humano.

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  3. Es una gran historia :)
    te hace tener fuerzas para seguir adelante a pesar de todo lo que pase..Me sorprende como pudo lograr subir esa montaña sin duda es un ser humano increible

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